Arqueólogos en Lυoyang, China central, revelaron ayer una tumba de 2.500 años de antigüedad que han estado excavando desde 2009.
La tumba contenía campanas de cobre y vasijas ceremoniales. Es el sitio más grande de la zona con alrededor de 200 tumbas. También había un foso de entierro de caballos que contenía esqueletos enteros de caballos y carros.
Los expertos creen que el lugar de entierro pertenece a un noble o miembro de la realeza de un reino poco conocido, llamado Lυkυn, que sólo existió entre el 638 a. C. y el 525 a. C., informó People’s Daily Online.
Descubierto: Los arqueólogos encontraron un foso de entierro de caballos en Lυoyang, China, que contenía varios esqueletos y carros enteros (en la foto)
Reliquias: En otra tumba, la más grande de la zona, los arqueólogos también descubrieron campanas de cobre (en la foto) y vasijas ceremoniales de cobre.
Daños: El área sufrió daños por agua subterránea, que necesitaban ser bombeados (arriba), pero todavía estaba bien conservada a pesar del daño.
El gobierno local ha estado excavando en el área de Yinchυan, justo al sur de la ciudad de Lυoyang, desde 2009 después de una serie de robos de tumbas.
El estudio inicial de la zona reveló alrededor de 200 tumbas rectangulares, ocho fosas funerarias para caballos y carruajes, 30 fosas de almacenamiento y 10 hornos.
El sitio más grande tenía una tumba que se encontraba aproximadamente a tres pies bajo tierra. Medía 21 pies de largo, 17 pies de ancho y 28 pies de profundidad.
Debido al agua subterránea en el área, el exterior de la tumba ya tiene daños visibles por agua.
También había señales de daños como resultado del robo de tumbas.
Sin embargo, el interior del ataúd estaba protegido por yeso y tabla de ataúd. Fue en el espacio entre el yeso y el tablero del ataúd donde se descubrieron los objetos de cobre.
Mapa: En la zona de Luoyang hay alrededor de 200 tumbas rectangulares, ocho fosas funerarias para caballos y carruajes, 30 fosas de almacenamiento y 10 hornos.
Pequeño: El tamaño relativamente pequeño de las fosas funerarias demostró a los expertos que pertenecía a alguien importante pero con poco poder político.
Influencia: Las reliquias de la tumba aún no han sido catalogadas pero mostraron influencias de las regiones vecinas en ese momento.
El recuento total de la reliquia aún no se ha completado, pero debido a su tamaño, los expertos creen que el sitio era para una familia noble, que no tenía gran poder político.
En un sitio cercano, desde 2013 se lleva a cabo la excavación de un lugar de enterramiento de caballos.
En un foso que medía 25 pies de largo, 20 pies de ancho y nueve pies de profundidad, se encontraron un total de 13 caballos y seis carros.
Los caballos habían sido cuidadosamente dispuestos y dejados de lado. Incluso tenían elementos decorativos encima.
En un rincón del pozo, también había grandes cantidades de cabezas y pezuñas de vaca y oveja.
Los expertos creen que la forma de los objetos pertenecía a un reino llamado Lυhυn, que existió entre el 638 a.C. y el 525 a.C.
Detalles: Los caballos llevaban adornos intrincados (en la foto), lo que da a los arqueólogos pistas sobre el período en que se construyeron las tumbas.
Estilo: También se encontraron cabezas y pezuñas de vaca y oveja en el lugar del entierro, lo que se decía que era una tradición del Reino de Lυhυn en ese momento.
Evidencia: Los expertos esperan que el sitio les ayude a descubrir y rastrear los movimientos de los grupos étnicos minoritarios en el área durante ese tiempo.
Se había detallado en textos históricos pero se sabía poco sobre el reino ya que sólo duró poco tiempo.
Los expertos ahora creen que el entierro mostró evidencia de la migración del pueblo Lυhυn.
El pueblo Rong, un grupo étnico minoritario que constituía la población del reino, tenía la tradición de enterrar las partes del ganado en fosas de entierro de caballos, algo que no se veía en otros lugares de enterramiento del mismo período.
Sin embargo, los diseños de los objetos que fueron enterrados también mostraron la influencia estilística de las regiones circundantes durante el período Primavera Otoño (722 a. C. a 481 a. C.).
Esto demostró que el país había absorbido influencias de su entorno y las había combinado con sus propias tradiciones.
Ahora se espera que el sitio ayude a historiadores y arqueólogos a descubrir los movimientos de los grupos étnicos minoritarios en la zona.