Apodada la “Venecia de los Países Bajos”, esta encantadora ciudad está adornada con cientos de canales y casas centenarias. A diferencia de Venecia, aquí no encontrará ni un solo motor de gasolina. Giethoorn es una comunidad tranquila sin carreteras, donde el único medio de transporte es a pie o flotando tranquilamente por los canales.
Mientras navegas por los canales, pasando por debajo de delicados puentes de madera, te maravillarás con los intrincados techos de paja de las antiguas casas de campo que definen la comunidad. A diferencia de épocas anteriores, cuando los techos de tejas significaban riqueza, hoy los techos de paja son un símbolo de prestigio.
Giethoorn es un remanso de paz con pasillos con poca gente y un comercialismo mínimo. Dado que la mayoría de las casas son inaccesibles en automóvil, el cartero entrega el correo en barco. En invierno, cuando los canales se congelan, los residentes cambian elegantemente sus barcos por patines sobre hielo.
Giethoorn, con unos 3.000 habitantes, está situado en la provincia de Overijssel, en el este de los Países Bajos. Con más de 60 millas de canales, la navegación es la principal atracción turística de la ciudad.
El nombre “Giethoorn” se traduce como “cuernos de cabra”. El origen de la ciudad se remonta al año 1230, cuando los fugitivos del Mediterráneo descubrieron grandes cantidades de turba en el suelo. La extracción de turba creó lagos y estanques con islas, donde los colonos construyeron sus casas. Con el tiempo, los lagos y estanques se transformaron en canales a los que se podía acceder mediante puentes o apostadores: un barco estrecho propulsado por un largo palo.